9/12/05

Cuac

Aun puedo escuchar el graznido de los patos. En realidad no fue hace mucho que los dejé. Pero parece una eternidad. Ahora viene el hombre de rojo, ojalá viniera Pan acompañado de Jimbo y de John, pero no es probable, como nada lo es en absoluto. Y los patos siguen graznando. Saben que será un buen tiempo para ellos, pero lloran a sus primos muertos. Como todos lo hacemos. No encontré nada en el camino hacia mí. Nada que tú no tuvieras ya, así que perdona que no traiga algo. Esto fue hace muy poco, hace tan poco que no lo recuerdo. Me doy cuenta ahora que no extraño mucho ese ruido. Sólo lo recuerdo como se recuerda a los viejos amores. Siempre hay uno nuevo, o no lo hay, pero los viejos son demasiado viejos.