1/6/13

Velazco

Donde el abecedario comienza con Z.

Ceniza, Justicia.





Sé hablar lenguas muertas, y lo demostraré: hablaré de la fe.




Algo más allá, por donde hemos pasado, era todo lo que había. Unas manos posaban sobre la niebla haciendo saber al mundo que no sólo existe. Y sombras y sombras se ennegrecen, se tornan tangibles dejando de estar atadas a la luz; no necesitábamos la luz. Sabíamos de cierto lo que dejamos y tomamos. Éramos nosotros. Y avanzamos. La niebla se fue y el sol invadió. Nos miramos, eso provoco la escisión. Estábamos nosotros. Nada más existe. Comencé a creer en los fenómenos. Ahora ardo frente a un espejo que se extiende infinito, y cada segundo mi memoria escapa volviendo a mí. A mí y a lo que creo: caos; risas; risas que salen de todas partes, de todo. Y yo soy otro, no todo. Caigo fulminado. Mi lengua muere.