25/12/12

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21/28

Se adelanta la broma. No la iniciamos nosotros, y tampoco la continuamos. Vamos a perder todo volando al ras del techo; mirar hacia abajo es un acto solitario. Muchos problemas ocurren en las últimas horas, los últimos días. Son los primeros de una nueva época, para ti y para mí. Esto no gustará a José. ¿Sera una ruptura? No dijimos nada, sólo un loco que gusta del espectáculo creyó ver algo de lo que otros no dan crédito. Las buenas letras, las capitales, no están aquí. Cosa segura. El cielo es verde y las mujeres no hablan. Nadie habla. Toma el último respiro. Ríe. Todo es broma. 





12/12/12

кроме света

Mañana correré desnudo
por el mar de cobre;
mi cuerpo rasguñado,
devorado por pocos.
Un punto desfigurado
marca mis actos.
Nadie lo reconocerá.


Pero ahora (esté momento)
estoy volando alto
casi tocando el sol,
y no lo veo.
Nada veo.



4/12/12

jvs

Tenía quince años. Empecé a escuchar un poco al respecto. Lo primero que supe no me agradó, pero tampoco contrarió. Puse atención y lo atrapé. Comenzó, así, una aventura de muchos años, viajes y visiones. El tejado fue mi hogar, con acento en la o. Me enseñé a leer y escribir. Aprendí a olvidar y perder el tiempo, a desaparecer del mapa, a incorporarme sobre él. Era, yo, lo que antes estaba esperando, pero siempre esperando, nunca logrando alcanzar la meta. Mientras tanto escuchaba trompetas celestiales, pianos volcánicos, cuerdas y martillos, repercusiones en mis oídos, nuevos mitos, viejas ciencias. Crecí un poco (no demasiado). Las cosas cambiaron y me asenté en el fondo. Dejé de encontrarle gracia a la tragedia. Su sabor a ricino oxidado desesperó mis anhelos de regresar a la cama. Vil, calva, llena de grasa y poca gracia, mi cabeza estaba cubierta de chillantes colores provenientes de un universo perpendicular con éste. El mundo era como en las revistas suecas. Pero subí y todo pereció. Un peldaño. No más. Haría falta aún para llegar al final. Ana masca. Yo escupo. Algún otro traga. Es una adivinanza.