18/1/18

tres y uno o uno y tres

De nuevo por aquí. Como fantasmas, aparecemos y desaparecemos. 2018. Otro año, otra oportunidad. Este blog tuvo su primera entrada hace 13 años. 13. Yo tenía 17 (casi 18); ahora estoy a semanas de los 31 (o sea que tengo 30). Qué suerte.
Cambié la dirección de la página, así que las personas que, tal vez, leen esto quizá no lo encuentren más.
Es igual. Nunca sé si alguien lo lee.
Extraño al anónimo que solía comentar cuán malos son los "textos" que aquí publico y que no soy escritor. No los considero textos ni me considero escritor. Esto ha ido perdiendo gracia. No he crecido. Me hago viejo, pero sin experiencia. 
Podría estar en un doctorado, en una maestría, terminando una segunda carrera, pero no he terminado la única que he realizado.
Decepción. No creo que extrañe (a ti, lector de este agujero en el internet), porque las entradas, todas, dan cuenta de la mala calidad de mis observaciones, intereses, conocimientos, posibilidades. 
Cada día se vuelve más difícil comunicar. 
Tal vez lo haga. Siempre puedo poner un video o una imagen, o palabras que no hacen sentido a nadie.
Lo escribo porque al final sólo yo lo leeré, y quizá me ría en unos años.
Bueno, es todo.
Adiós.