Un dedo perdí.
Fragmento de mí
que no volverá.
Miro mi mano
y toco mis labios.
No está más.
Una sonrisa me escapa,
pues nada obtuve de él.
Desprecio y fabulas;
el eterno aborrecer
a lo que me he entregado.
Lo que nunca deseé
y siempre esperé.
Una conclusión.