25/12/12

svn st spt

21/28

Se adelanta la broma. No la iniciamos nosotros, y tampoco la continuamos. Vamos a perder todo volando al ras del techo; mirar hacia abajo es un acto solitario. Muchos problemas ocurren en las últimas horas, los últimos días. Son los primeros de una nueva época, para ti y para mí. Esto no gustará a José. ¿Sera una ruptura? No dijimos nada, sólo un loco que gusta del espectáculo creyó ver algo de lo que otros no dan crédito. Las buenas letras, las capitales, no están aquí. Cosa segura. El cielo es verde y las mujeres no hablan. Nadie habla. Toma el último respiro. Ríe. Todo es broma. 





12/12/12

кроме света

Mañana correré desnudo
por el mar de cobre;
mi cuerpo rasguñado,
devorado por pocos.
Un punto desfigurado
marca mis actos.
Nadie lo reconocerá.


Pero ahora (esté momento)
estoy volando alto
casi tocando el sol,
y no lo veo.
Nada veo.



4/12/12

jvs

Tenía quince años. Empecé a escuchar un poco al respecto. Lo primero que supe no me agradó, pero tampoco contrarió. Puse atención y lo atrapé. Comenzó, así, una aventura de muchos años, viajes y visiones. El tejado fue mi hogar, con acento en la o. Me enseñé a leer y escribir. Aprendí a olvidar y perder el tiempo, a desaparecer del mapa, a incorporarme sobre él. Era, yo, lo que antes estaba esperando, pero siempre esperando, nunca logrando alcanzar la meta. Mientras tanto escuchaba trompetas celestiales, pianos volcánicos, cuerdas y martillos, repercusiones en mis oídos, nuevos mitos, viejas ciencias. Crecí un poco (no demasiado). Las cosas cambiaron y me asenté en el fondo. Dejé de encontrarle gracia a la tragedia. Su sabor a ricino oxidado desesperó mis anhelos de regresar a la cama. Vil, calva, llena de grasa y poca gracia, mi cabeza estaba cubierta de chillantes colores provenientes de un universo perpendicular con éste. El mundo era como en las revistas suecas. Pero subí y todo pereció. Un peldaño. No más. Haría falta aún para llegar al final. Ana masca. Yo escupo. Algún otro traga. Es una adivinanza. 



30/11/12

SLVDR

Otra vez, otra vez, otra vez. ¿Los ves? Detrás de la pared, al frente del auto, bajo las nubes, encima de la cabeza. Se repite el ciclo. Humo que sale de los oídos, como en una función de radio. Sueños con bagatelas, pianos y Elisa. Dime dónde estamos, por qué es que nos apoyamos en los pies y no en la cabeza, cuándo nos detendremos. No lo sabes, lo sé. Pero ese ruido en mí no para de volver a la linea, y de ahí al punto. No quedan sombras, algo esta fallando. ¿Más? Sí, pero sé que estás cansado, y que yo no volveré. Si puedes reír, ahora es cuando debes hacerlo. Tienes el corazón de un cerdo. 





8/11/12

/°´^`°\

Los monstruos producen la razón en los sueños.




Una feliz idea lleva en su interior el origen de todas las desgracias. La historia da cuenta de ello: lo que comenzó a acontecer hace miles de años en el mediterráneo, en África, en los mares del norte se debe a una feliz idea que un feliz individuo tuvo la dicha de gestar. Es posible rastrear esa idea debido a las ruinas que ha dejado tras de sí. Pero a la sombra de esas ruinas se esconden nuevas ideas que podrán ocupar las reliquias dejadas por otras como base para construir nuevos individuos felices. Así continuaba la historia.



Y después de tantos siglos, la historia ha muerto (Fukuyama dixit). Ya no vemos la catástrofe, sólo lo amable de la idea. No hay algo contra lo que se pueda luchar. Esta lleno de cosas pero todas ellas están lejos del centro y la circunferencia. «Disneylandia existe para ocultar que es el país “real”» (Baudrillard). La feliz idea: vivir en el mundo real, observar el mundo real, ser híper-real. Es todo concebible; cognoscible; sensible; imaginable. No queda espacio para la imagen. Dejémosla de lado entonces. No veamos nada, en verdad nada. Agucemos otros sentidos, como el séptimo y el quinto. Espacio y oído.

I


¿Cómo distinguir lo real de lo híper-real cuando, a la vista, ambas cosas son la misma cosa? ¿Cómo descifrar un enigma que no existe? Tendremos que sostenernos de la tierra firmemente, con la cabeza al aire. Ajustar la percepción al momento justo en que estamos, el lugar preciso en el que estamos. Escuchar la vibración de cada movimiento para rehacer lo inexistente; recurrir a la imaginación para deshacer lo existente. Cuando se nos ha enunciado la función de todo cuanto hay en el panorama -e incluso se nos dice lo que se encuentra fuera de él-, es difícil dar un paso en falso. No hay tal cosa como lo que llaman libertad. Los pasos están marcados, uno tras otro, y sólo queda la posibilidad de llegar al último. No volver a empezar.



La maquinaria del sistema opera suavemente. No requiere el uso de fuerza, o de la mente: cualquier idiota la usa. La evidencia es inapelable. Unas cuantas palabras amables sobre la idea bastan. Todo estará bajo control. Hallarán oposición, es parte del juego, usa piezas simétricas de colores contrarios. Esferas sin color, en tonos enfadados. Sin ellas no hay control y sí sin sentido. Es necesario mantener la tensión, dejar a algunos sin dormir. Dar lugar para espacios alternativos, donde un día se pararán a cantar los pájaros, odiosas aves de presa, y los chicos y grandes comenzaran patear las mesas, tomar las botellas y sacudir los cabellos suavemente. La situación será la misma.

V


La gran lucha es contra la muerte. La de la historia, sí, pero sobre todo la propia. Nadie quiere ceder el paso para dejar espacio vacío. Dejar el telón no parece una opción. El disfraz ha dejado de serlo. La vida se ha transformado en un espectáculo de interiores. Homogeneización de los sueños, de la leche, del cielo, los zapatos. Un estado de sitio, donde hay un solo canal para conducir todas las llamadas. Puedes ser quien tú quieras, puedes ser cualquier cosa, en tanto sepas que puedes ser todo eso. Buscar la nada es algo pesado, de otro lugar, otra frecuencia. De un momento a otro podría ser que el eco nos pierda, y lleguemos a esa frecuencia. Entonces no habrá reposo. No encontraremos nuestra zona, nos faltará oxigeno y comenzaremos a sentir la cadencia de una respiración cercana. Las voces de los siglos venideros que han viajado hasta el comienzo para encontrarnos ahora. Las voces que no tienen un cuerpo, pero si fango, escamas, pelo, niebla y colores. Vienen a decirte que te detengas y salgas al exterior.

2/11/12

Æ

A la sombra guardaron. Caminando cuesta abajo, pues es claro que de arriba viene, la historia encuentra la luna, quien pronto recuenta recuerdos hipnóticos de sueños soporíferos alumbrados en vela. Un disfraz hipodérmico para todas las fiestas, para todos los años. Una herramienta siempre cargada, útil en cada actuación. Obscuros caminos, visiones carmesí. Los colores del infierno en una bestia celestial. Las flores, para otra ocasión. 


28/10/12

CRTR

Apenas era un decibel más alto que el otro, apenas lo suficiente para forzar la salida de toda esa gente. Lo demás merece el olvido. 
Pasemos a otra cosa. Algo más viejo, más sano, menos de esto. Una ficción tal vez. Un momento casi tan complejo como este. Posibilidad de fracaso. Peligro, riesgo, muerte; el signo de una época ajena. Un botón en la solapa, una daga en la espalda, una cadena en el cuello, nada en los bolsillos; los pies azules. Me dicen que lo escriba, que lo guarde. No puedo hacerlo, sólo cantarlo. No puedo hacerlo, sólo pensarlo. No puedo hacerlo, sólo solo. 
La vida justo comenzaba, pero ahora está muerta. Desátame de esta monstruosidad. Así sucede. Con los escombros al frente de la casa. Un sombrero sobre la cama. Una estupidez mía. Bueno, todo eso terminó el día que me fui. 




8/10/12

9+9=9

Sinestesia. Además de otras cosas. Del frío o del calor. Una pieza a la vez. Se atraviesa. Si los cazadores bailaran en cualquier momento. Anhelo. Hacer sitio. Vi-vi una estrella. Gente amable. Elegantes autos. Nunca seré libre. Sólo yo. Un pendejo que la hizo. Perdido/Encontrado/Buscado/Atrapado/Desaparecido. Un lugar como un sueño. Las puertas del Edén. Lejos del norte. Contrario. De noche. Hasta ese punto. Suelto. Prepárate. Arrójalo. Luces múltiples. Fragmentos. Pequeño Juan, no supo lo que le ocurrió. No hay huellas para seguir. Ininteligible. Lo intento. Los colores regresan. Expuesto por todos lados. Esto va a pasar. Le pregunté a un amigo. Lo puedo recordar. Entonces yo era diferente.

23/9/12

Blanca obscuridad. Fin del día e inicio de la noche. Y esta nunca termina. Se rompe, y son dos; dos son más que tú, que ambos. A un lado los mejores, del otro otros. Algo dirán unos de los otros y otros no dirán nada. No te centres a las palabras: el significado, y sentido, último está en la vibración. ¿Qué vibra más, el derroche o el aprendizaje? Aparecen fantasmas ante los que nada puedes hacer pues nada ves. Es todo una sensación, las olas del mar, que acaba cuando has pasado un camello por el ojo de una aguja. Y los cielos son verdes, las rocas son blancas, los arboles carne y tú la nada. Mañana es inverso, simétrico. Ahora es una oración sin predicado y sin tonada. Está vació. Infinito. 

11/9/12

×

Uno a uno. 
Nada queda.
Dí unas palabras,
sólo unas cuantas.
Las mismas que él.
Diferentes a las de ayer,
serán las mismas mañana.
Es, esto es —de verdad es—, el miedo.







4/9/12

LS 94

He escuchado a las mejores generaciones de mi mente caer en llanto dentro 
de las sombras del túnel,  
reptando hacia la boca de los blancos con sombreros arábigos bajo los zapatos, 
histéricos, hambrientos, históricos hipsters,
rogando al hombre por un dios védico, mágico, Heliogábalo, selenita, 
anticuado, que les tema por su interior,
abriendo la ventana para respirar el primer halo de obscuridad que es presente mientras los días son dos siglos que no se contraen, ni se observan
ni detienen frente a los destrozos de los gatos muertos,
cuando conocieron la figura y el silencio de los de antes, de los futuros,
 dejando la comida para portar insignias oxidadas 
y tomando decisiones por las que habrán de reír,
repitiendo los nombres de Mahoma y Mohamed con prisa, rayando los dientes 
con ácido de otros saberes, con las ropas colgando en la ventana,
con manchas en la frente, con los ojos secos y desorientados,
mientras nuestras hermanas acogen a los extraviados,
sintiendo el peso del cabello sobre las orejas, aullando, aullando, aullando,
 nerviosos, por el paso de un escalón a otro, aullando de noche.





Pero de ti no he escuchado nada.
Debo poner más atención. 

27/8/12

( )

Xul Solar



No tengo preparado algo para este día. Es, quizá, mejor así sea, pues puedo olvidarme de esto y aquello. Poner el tiempo entre paréntesis y descontarlo, (aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaasssssssssssssssssssssssssssssssssssssíííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííííí). O tal vez algo diferente. O volver a escribir aquí, dejar una imagen o canción; transmitir algo para que no quede atrapado. Es común que se pierdan muchas cosas. Llegan en momentos precisos, y sólo entonces se pueden ver. Pero no se pierden, soy yo el perdido. El maldito yo que no olvido, pero que se pierde y mantiene una sombra tras de sí. La sombra soy yo, detrás de mí; delante la voz; a un lado él y del otro medio japones. Comienza a ser un juego aburrido. Debiera olvidar y perder, soltar los guijarros y saltar el fuego. Quedarme ciego. Algo fantástico. Claro, otro día. 


12/8/12

DDT

pero en el miedo había cierta delicia

Shuntaro Tanikawa

Quizá sea el miedo lo que más se requiere
para salir de apuros en la vida

L-F. Céline


¡Todo es falso! ¡absolutamente todo! y los que digan lo contrario ¡son falsos!, ¡y también quienes lo afirmen! ¡Falso es todo y todo es falso! Las flores despiden olores cálidos, y no podemos ver ¡esa calidez! ¡sólo frío y remedios extraños! Las cosas se van y ¡plaff! ¡ploff!, rap en la casa. En Portugal ¡2000 personas lo verían! ¡dos mil y más! ¡lo verían!, ¡lo pensarían! Aquí no hay almas. El vecino es quien llama a la puerta ¡para confirmarse! ¡y olvidar! ¡y perder! y comenzar otra vez, otro día, ¡otra vida en otro lugar! ¡A los cuatro vientos no pueden importarles nuestras plegarias! ¿Qué sabemos de los días, las horas, las normas, los rostros y lo demás? Poco o nada. ¡Poco o nada! pero casi siempre es poco, y nada se nos escapa de las manos, y continuamos delante, de frente, de lado u otro. ¡Bárbaros son los salvadores! con largos cabellos ¡sobre la cara! y ropas usadas para ¡moverse! Moverse sin descanso, la verdad.





4/8/12

Ch

SALTO


Por gueto entendemos una zona donde se concentra a un grupo especifico de la población de un área urbana. Esta zona debe ser la de los diferentes, los no deseados, los sin nombre. Se les coloca fuera del foco, al fondo del foso. Se les usa para beneficio de los que habitan el centro de la ciudad. Éstos crean a su alrededor un ambiente de fácil comodidad donde se enseña que el bienestar personal es un asunto individual, y debe constituirse de esa manera. El otro es ajeno y diferente, por ende no grato. Mientras tanto, en el gueto se aprende a relacionarse con el otro, a volverse UNO. La interacción se convierte en una herramienta esencial para la supervivencia, pues el conocerse implica atravesar zonas obscuras, como las que están al fondo. En esa obscuridad se cruzan muchas sombras; las sombras son proyecciones de algo que esta fuera de nuestra percepción, pero existe. Si ponemos atención a los movimientos que hacen, podremos tener una idea más clara de lo que se oculta en la obscuridad. Hay ahí una fuente ligada a la tradición de forma directa y sin filtros. Por esto los habitantes del gueto tienden a representar papeles excéntricos dentro del marco creado por la sociedad. Sus formas responden al ambiente en que se desenvuelven, uno denso y pesado, donde la ley no es una cosa que se busca y sí algo que esta siempre presente, mas cambia de forma adecuándose a la situación que se presenta. El gueto se cierne en torno a si mismo: no es la proyección de lo que no es el centro, es fragmentos de lo que podría ser. Y es eso lo que le convierte en un atractivo para los rebeldes que viven en la ciudad. Sólo que entre estos y el gueto existe un muro, que los segundos cimentaron y los primeros imponen.



LADO B

Donde van los sin nombre, los bastardos, no deseados ni elegidos. Así, ellos tampoco pueden elegir o desear. Cada cual en su lugar. Puertas bien cerradas hacia afuera y abiertas de par en par a la entrada (bienvenida toda esperanza; adoptadas todas las desgracias). Sorpresa: ha nacido UNO —Moloch—, quien habrá de comer los brazos; tendrá 1000 brazos. Devorará los ojos; observará el final e inicio del abismo. Depositará el aliento bajo las dimensiones del agua; acuñará rostros y elementos.
¿Por qué el abandono? ¿Es acaso la vuelta a la teología, a los clásicos, al inicio? Renovarse o morir, morir para retornar. Segundo Punto.
El gueto, sin embargo, otorga un sentido de identidad más profundo que el del centro. Hay ahí una fuente ligada la tradición de forma directa y sin filtros.





*Rechazado 


25/7/12

MPSBL: 3#0 NT

... sólo quiere seguir siendo joven: aceptar el mundo como lo ha encontrado 
seria rendición [...] prefiere destruir el mundo establecido para salvarse.

Antonio Tenorio Adame




El cuatro es mi número de la muerte, y la mía es como una puerta giratoria. Aparece tras cada rostro nuevo y nunca frente a los espejos. Pasa a lo lejos y posa desde ahí. Sé que nada le pesa, que todo le es inherente y... más y más se mantiene apartada de mí. No rendiré: sufragaré; no detendré ni negaré. Sólo hay una bala, pero mi muerte es cuatro; pronto llegaremos a partir. 





14/7/12

NHK

Tengo una sensación de otoño, de heridas mortales, 
y he sido vencido, totalmente vencido, 
y mis pensamientos son tristes.


Querelle





Lo vi por la televisión, en una película silenciosa. Yo tomaba una cerveza, el protagonista también. Brindamos. Él continuaba silencioso, igual que yo. Su atención se dispersaba debido a las constantes interrupciones que aparecían en su camino. No lograba terminar de descubrir el hilo que le movía porque de inmediato se encontraba con otro y otro y otro después de varios más. Era un enredo. A mí me desconcertaban los movimientos de las sombras a mi rededor, y hube de mover los objetos, propietarios de las sombras, para que la distracción cesara. De nuevo me acomode frente a la pantalla y él (el protagonista) se sentó frente a mí. Su mirada me atravesaba; era un duelo y él llevaba ventaja. De pronto se levantó, impulsado por una fuerza externa que provenía de sí pero se expandía hacia mí. Me sentí obligado a ponerme en pie. Sólo observando asistí al momento álgido de la noche: empuñaba en su mano un objeto amorfo, más allá de la geometría como la vivimos en esta dimensión; el objeto, pude apreciar, era de gran peso. Poco a poco sus movimientos se hicieron más lentos, hasta que permaneció estático, como yo. Y observé mi mano: ahí había algo amorfo. Algo que no podría explicar en un universo finito y que únicamente puede ser visto a través de un filtro de ondas hercianas. Las sombras que me rodeaban comenzaron a moverse una vez más. Era una señal. Se unieron todas en el centro de la luz. Tomaron la forma de un gato (era el mismo que había visto merodeando días antes frente a mi casa) y éste nos observó a los dos, al protagonista y a mí, sin expresarse. Veloz y en silencio, arrebató de mi mano el objeto; se lo comió. Volvió hacia mí y habló:
-No dejes entrar luz a este lugar. Podría matarte
Las sombras volvieron a su lugar. 
-Reina el silencio. 
La televisión anunciaba el fin.  



7/7/12

49

Fuera de todo relato, y de todas las cosas que aquí suben, está sucediendo algo importante alrededor. No es novedad y no representa sorpresas. Sí es algo que con ansía se espera, toma en serio, sobriedad y sapiencia. 



El domingo anterior fueron las elecciones presidenciales en México. El clima político fue pesado y denso durante todo el proceso de las campañas de los candidatos. Mas el día de las elecciones reinó la calma; los ciudadanos asistieron a votar conscientemente, sin incurrir en provocaciones. Al menos en la mayor parte de las casillas. Al cierre de estas no se reportaron demasiados problemas. Estos vinieron pocas horas después, cuando el presidente del IFE salió en la televisión a decir que el candidato priísta había ganado. Fue en ese momento que quedo claro el porqué existió tanta calma durante el día. ¿Es posible determinar a pocas horas de haber finalizado el proceso, cuando aún hay casillas sin terminar de contar los votos, al ganador de las elecciones? ¿Es correcto que el presidente de la nación aparezca en la televisión, segundos después del anuncio del IFE, para ratificar el resultado?
El día siguiente comenzaron las denuncias sobre la compra de votos a favor del pri mediante tarjetas de un conocido supermercado con tiendas en todo el país. Estas se entregaron a diversos ciudadanos prometiendo que estarían cargadas con cantidades entre 500 y 700 pesos. A cambio de ellas se pedía el voto efectivo a favor del pri. Pese a esto ningún órgano legal del estado ha emprendido una investigación a fondo sobre estas acciones. Todo ha recaído en los movimientos ciudadanos como #Yosoy132, MORENA y demás. Una considerable parte de la población se ha manifestado contra el fraude electoral, pues no solo sucedió la compro de los votos, también se registra un mal conteo de estos que anula los resultados poco favorables para el proclamado ganador.
Estos sucesos se encuentran a la vista de todos. El gobierno no ha tomado más acción que felicitar al ganador. Así (con su actitud de siempre), ha encendido la mecha de aquello largamente esperado. Las cosas están comenzando. Demasiado tarde para volver. Queda solo seguir hasta el final.




30/6/12

.˙.


Hoy
vamos
despiertos.
Dos mundos
deben coincidir:
el ayer y el mañana,
lo somnífero y la vela.
Para ver abramos un ojo
dejemos, encerrado, el otro.
Uno tercero nos será entregado.

20/6/12

CRZN

Encierro todo lo que siento en una tetera, de la cual me sirvo, a menudo. Los días pasan pero no los segundos. Estática y nervios: mi cabello revuelto asusta a los más. No ven mis manos, yo tampoco puedo hacerlo pues se encuentran fuera de mí. Lo que se aproxima es arena penetrando a mis ojos. No puedo contenerlo, me rodea. No puedo perderlo, esta en mí. No quiero dejar de sentir y vuelvo a hacerlo, como algo nuevo, pues ya lo es —me sirvo a menudo—. Tiene mis manos. Tengo sus manos. A manos llenas entrego el té.

14/6/12

zsc R TX

No tengo idea de lo que sigue: conejos saltando del sombrero, el teatro en llamas, o la visión de risas idiotas y ningún sonido. Porqué sabemos tan poco sobre lo mucho que conocemos es que se nos escapan las vibraciones perpendiculares —y marcho a zonas misteriosas otra vez. Es un impulso natural, histórico quizá. Entonces, ante la incertidumbre se aparece la angustia develando la auténtica persona; la cara oculta que imaginábamos. Es tanto por decir. No me es asequible tanta palabrería. Sólo ü podrá tener claridad de la obscuridad. Él, que vive en ella.



29/5/12

§⅛¡⅜+*2

Snakes speak when snakes hiss
I know this. I know this,
Snakes kill when snakes kiss
I know this. I know this...



27/5/12

b \ d











Y había una piedra, dos escarabajos (azul y rojo) separaron sus caminos. Norte/Sur. Cayó un guante de la ventana, de forma lenta y pesada. Observé cuando lo levantaron, no a quién. Explotaron a la vista. Cuando mi sierra se acerca, levanto las piernas dando paso. La distancia es vasta. Dieron de sí, la escena desvaneció asombro. Y había una piedra. Otra mano en la zona. Luego detengo el cese; contrario a la moraleja el tiempo no importa. 1, 900802, 33, 2012,,,, ahora, aquí. Déjà vudu. Todo lo haces bien. Lo pasas bien. La escalera bajo la puerta. Entras por ella. Entra también. Entro yo.





21/5/12

¦<·>¦

En clave. Para el discernimiento de los limpios y jubilo de los sinceros. La acción a tomar repatria no hacia una dirección. Escasez de últimos conlleva a la impronta de superestructuras. Dos elementos aislados, jamás mezclados, descienden por la espiral de un tercero. ¿Posibilidad? Sí, algo hay de eso. Mas en el acto se vuelve. Fermento de hierba. Humo y anuncios. Serpientes y escaleras. Retracto de sangre. 


20/4/12

DD NN


La verdad no tenía nada en las manos con qué defenderme. Recibí los golpes sin poder esquivarlos, o intentarlo, ni disfrutarlos o sufrirlos. Vamos: no moví un pelo. Tenía los ojos abiertos, como puertas (las de las casas en que alguna vez viví, pero nunca habité); los tenia abiertos para no imaginar más cosas. Sin embargo no les oía. Sus bocas se movían, y sus miradas, de ira, se hacían rojas. Pero no producían sonido. Era algo para no creerse. Yo sin moverme. No era miedo lo que me mantenía así, aún cuando al principio lo creyera. Era una intuición, sólo eso. Dí cuenta porque comencé a temblar cuando percibí ese extraño silencio. La sangre, piel, cabello, huesos triturados. Todo era falso. El miedo me hizo mover, y el movimiento cerró mis ojos. Al pasar esto una sinfonía se inserto en mis oídos. No eran sonidos de la tierra, o no tan sólo. Escuche todo la anterior, lo que habían borrado con tinta. Escuche la sangre, la piel, el cabello y los huesos olvidados. Me sacudía. Seguí recibiendo golpes, mas ahora pude sentirlos. Nada tenía la verdad: era miedo lo que me protegía.

10/4/12

ddl mrz*

Confusión


En esta casa que habitamos, dentro de una ciudad que compartimos, en un lugar ya olvidado, nos perdemos de los sonidos perpetuos. Se transforman en rocas que sólo sirven para levantar más el muro. Cada movimiento —aquí dentro— nos transporta al mismo lugar de donde veníamos. Lentas luces de neón. Una tras otra. Sobre el muro y sobre sí mismas. No llegan a ti; no llegan a nadie. Pero afecta la repetición. No es aprendizaje. Ya no queda nada para aprender. En este punto no. Habría que salir de esta habitación, de esta casa, de esta ciudad, de este lugar.
Todo está olvidado. Vuelvo a empezar:


—No veas la luz— 








* Texto publicado en Dédalo, revista cultural. Marzo 2011. Guanajuato, Guanajuato.

31/3/12

Tras nadie
bajo la noche
entre palabras.

Salvo instantes
hacia hoy
a todos.

Cabe el fin.

13/3/12

MTR VT32



Solo para encontrarla; sólo entonces podremos (NOSOTROS) movernos en la forma precisa. Y las cercas no serán más trabas, o prefijos. Y el aire no será algo lejano. Y cada árbol será el mismo árbol, como mañana, como el sol. Podremos ver luces distantes. Sabremos dónde van las cosas; dónde están los ojos cuando vuelven por nosotros, llevando consigo el tiempo que protegíamos sólo para encontrarla. Pero solo. 

29/2/12

jtztzt prmvr

Muchas cosas pasan mientras otras permanecen. Las estaciones cambian. La vida se expande y se contrae. Se escuchan cantos pidiendo cambio donde los árboles fueron quemados; el fuego es prometeico, mas sin viento permanece infierno. El último año de la vida que conocemos. 
Donde el agua es para unos no más que un intercambio de valores, hay máquinas con limites. Donde hay máquinas, el verde se pierde y lo rojo, lo azul y lo blanco desaparecen. Tomar los trozos de nuestras casas, ahora destruidas, y llevarlas hasta la máquina. Entregarlas a ella, pidiendo que se reconstruya. 
La búsqueda es continua. Nada desaparece. Sin disfraces posibles para ello, somos el mismo que anoche grito en la calle y que ahora tiene los ojos sellados.
Lo que requiere es prescindir de lo evidente, aceptar lo que las pesadillas nos dicen y mantener la música en las calles. Como en Europa, como en África, como en Medio Oriente. Como aquí, hace muchos años.
Como ayer y como hoy. Levantarnos. 





11/2/12

µ

El silencio es el ruido más fuerte, 
quizás el más fuerte de los ruidos.

Miles Davis



Ya ulula
contra lo consecutivo
profundo terror
dilucidado tras el espejo

E e e e e e e e
Ia ia ia ia ia ia ia
Mi mi mi mi mi

Es 
perfecto
por tanto
muerte.

7/2/12

nG





Infructuoso ha sido el deseo de la noche. Normas azules que tocan la superficie y olvidan borrar el cielo bajo la mirada tibia de los más. El caso es vencido por los gigantes alrededor: son cientos de ellos, sujetos a cada ángulo perceptible. No conviene reanudar un proyecto sin modificar los cimientos. Al momento de hacer esto, incluso por un afán desenfrenado, debe plantearse algo más solido que sólo los objetos de nuestro afecto, pues son ellos los que podrían hacer perder, otra vez, las leyes físicas. El comienzo inicia justo al final e, inversamente, se coloca la última piedra donde la primera. Prosiguiendo las lentas referencias clásicas, o ajustando esto a nuevas nomenclaturas, el resultado se espera como el modo de capturar el ritmo corporal y magnificarlo. Sacudirse visiblemente para hallar el suelo. Olvidar lenguas partidas.






21/1/12

@

Warhol




Te debes apresurar, pronto acabará el final. De lo que se dice nadie sabe. Ni lo que se promueve y vende. El aumento de la producción demuestra que Osias Mt. aún encabezara la revolución, pero manejando en reversa. Estos días las compañías tienen grandes culos que todos queremos poseer («uno-dos, uno-dos»). Ellos lo saben, por eso nadie lo dice. Se presenta un problema, que puede ser dos soluciones: perder nuestro asiento predilecto; salir por la ventana; mudar de pies. Pudiera ser también una despedida, una canción para decir adiós. Mas al final se vera sólo lo poco que han llegado, porque no hay paralelismos sino lineas perpendiculares colgando del techo, arribando a la pared. Y ahora es, ya, el momento de comer.



9/1/12

QD

I like too many things
and get all confused and
hung-up running from one
falling star to another till I drop.
This is the night, what it does to you.
I had nothing to offer anybody
except my own confusion.

Jack Kerouac









Sara, de Montana, reaparece y se habla de la cábala y del control de los movimientos de una persona mediante sistemas electrónicos. Sucesos raros para todos. Con abortos y dientes de por medio no lucen como muerte. Me desnudo. Ahora se muestran conexiones, ahora desvanecen. El agua no corre. Los sistemas contextuales son especializados; lo que antes ocurrió es referencia a lo que ha desencadenado esta sala: la maquina. Pero hay siempre límites y con estos control. Están obligados a presentarse y continuar como marco de las maquinas. Una especie de patrón del lenguaje. Dime que entiendes tú por eso. Yo habla sin parar usando aforismos y acrósticos. Comienza la paranoia, asfixia y ansiedad: llega a alguien más. Todo lo que sabes te hace viejo. Absorbes demasiado; no quedará nada por quemar si lo tomas en serio. O lo tomas en serio y dejas de mover los brazos. Un perfecto fijo. El camino a un nuevo lugar. Adiós 42.



7/1/12

2T CC

Es cuando llego a casa que doy cuenta del propósito; del momento; de la música; de lo que vi y escuché esta tarde en el autódromo. Cómo y por qué apareció así, del mismo modo que se desvaneció. Grandes letras rojas. Sentado en una de ellas. EL FIN. Subimos a la azotea, de cara al sol. Comenzamos, para llegar frescos al concierto, a trasladarnos. Permanecimos arriba mucho tiempo, pero huimos del sol -nos escondemos, siempre. Es parte de esto: aparece dentro de ti. Nos disparamos, con flash y spray por diversión, sin ella. No recuerdo los chistes, bromas, sonidos, etc., que se comentaron e hicieron. Pero sí que jugamos frisbee, que tocamos el piano, bebimos licuados y cruzamos la calle. Antes, o después. Proyectaron videos en un cuarto, jugamos videojuegos. ¿Fue entonces? Nos bajamos en velódromo, pero de inmediato nos recomendaron ir a la siguiente estación y acceder por esa zona. Me veo en todas partes, nos veo en el espejo. Somos iguales, pero diferentes; el concreto. En una u otra Rico compró su boleto, más caro e incierto futuro. Salimos a la calle y nos recibe una turba post, que no para de hablar aún cuando no haya de qué hablar. Altos, bajos, gruesos y huesos, amarillo, negro, verde, violeta, marrón. Toda la gama. Dejamos a Rose y Marshmallow en lo que nos pareció un lugar no muy alejado de la puerta. Pero el laberinto no había terminado. Al final no importó, me fue imposible conseguir que entraran y no les volví a ver sino después de tres meses. Y esa noche, y la mañana siguiente. Paré en medio de la multitud que venía tras y frente a nosotros. «Ha sido una eternidad... ¿cómo pueden ir los momentos tan despacio, varias veces?». Miro a mi alrededor, todo se mueve: cejaslucesrocaszapatosestrellasdedosnariceshojas. No sé dónde estoy, no sé quién soy, si soy yo el que está parado ahí o si ahí es donde yo estoy parado. Sé, en cambio, a donde es que me dirijo, con quien voy. Y debo perderlos, por eso me he detenido; no puedo saber y no saber. Doy un paso. Los tengo frente a mí, como si no hubiera parado. Sigo tras de ellos, no me detuve. Abro los ojos. Cuando puedo reaccionar estamos ya ante el escenario.  No veo nada. CSS tenía mucha pila. X misma lo decía: «We're sorry that we have so little time», quizá textual. Brincó, bailó, bajó, subió de nuevo; el tiempo lo permitía. Y pese a lo que Yve (quien no perdió oportunidad de resaltar lo bien que tocaban, y bailar) pensaba, yo me divertía. LSMM llegó a la casa con 4 amigos. Habla con Lea y Val, poco en realidad. Todos permanecemos distanciados, o en grupos distantes, profundos. Yo al menos estoy ahí, no haciendo otra cosa que sacudirme las malditas arañas. Fir tiene algo en los ojos, pero no deja de escuchar, y viceversa. Rob y Pi están parados por ahí, o sentados por allá. Nos movemos poco a poco. La mayoría de los que llegamos hoy han ido ya a dormir. Rico despareció en su casa. Lea me llama y mete a mi boca un trozo de TP masticado. De poco sé bastante. Hablo con Fir, y luego alguien más comienza a hablar, y todos están hablando. Estoy cansado. Desparezco en una casa. Intento usar el teléfono que Rico me dio para comunicarnos, pero la señal falla. Me muevo por todos los sitios intentando encontrarlos y tener señal. Medio logro comunicarme con Josefina y quedo en verla donde está tocando No Age. Toma su tiempo. Sigo viendo el lugar, descifrando su forma. Después de encontrarla veo a Serge,  que está con su primo, Lisa y co., detrás de las grandes letras rojas. Desaparecen pronto. Pero llegan Rico, Ante e Yve. Nos acercamos al remolino, pero sólo Ante y Rico entran. Veo a Ed y Ari, con ellos están Manuel y Janeth. Es la única ocasión en que los veré durante el concierto. Algo pasa, nos retrasamos, o esperamos a alguien. Termina No Age, no puse demasiada atención. Cuando terminó ya estaba por comenzar Mogwai, así que todos corrieron. Ante y Rico deciden ir al baño en ese momento y nos piden que esperemos. Sara y Josefina ya se fueron. Serge, Quentin y Lisa deciden hacer lo mismo, así que sólo quedamos Yve y yo. Comienzo a sentirme despierto, entonces desespero. Presiento el tiempo como algo inmortal, y de nuevo las arañas suben y quieren comerme. Logro convencer a Yve de movernos y ver más tarde a nuestros dos amigos. Mi argumento triunfal: Mogwai está tocando ya. Desperté, nadie más lo había hecho. Evidencias de la fiesta en todo el piso. Eche un vistazo al cuarto de Fir y lo encontré, a él, tirado en medio de la pieza. Vi si había algo para comer o beber. Encontré algunos trozos de galletas para animales. Entré al baño y me miré al espejo un largo rato. Quise encontrar algo dentro, no sé bien qué, pero no estaba ahí. Salgo y poco a poco aparecen los que se quedaron en casa. Se habla sobre anoche, sobre LSMM y sus amigos, sobre la cuasi pelea que aconteció, después que yo desapareciera, entre estos y Fir y Rob. Me duelen los pies. Rió un poco, o sólo sonrió. Salimos a comer algo. OMD... No fue lo que esperaba. Hiperpop ochentero; lentos cuando rápidos; ya sin gracia. Además tenía la cabeza en el suelo. Pensaba con los pies. Comenzó la repartición del TP. Tomo lo mío y entrego el resto a Serge. Se lleva una sorpresa cuando descubre la cantidad que he tomado, pero lo justo es lo justo, y yo he venido de muy lejos para llegar aún más lejos. Tomo eso y algo me muevo. Sacan a Raúl de su escondite. En estos momentos estoy con Serge, Quentin y Lisa; los demás se adelantaron y será improbable volver a verlos a todos en las siguientes escenas. Brincoteamos por lo pronto.  Alcanzo a ver a Ed y otros moverse por ahí, a lo lejos, volviendo pronto al anonimato. Tengo que estar solo un rato. Y decir eso en un lugar como en el que me encuentro es hablar de milagros. Pero tengo que hacerlo. Quedo con Yve de reunirnos en un punto reconocible en una hora determinada. Gente en todas partes, a cada metro, una plaga de personas. Quisiera poder cerrar los ojos, pero no puedo bajar la guardia, ni un segundo. Debo estar atento de cualquier movimiento, preparado para no ser atrapado. Comienza a caer el sol, y escucho a Coheed and Cambria a lo lejos, veo a grupos de amigos jugando, riendo, divirtiéndose, a lo lejos. Comienzo a sentirme tranquilo. Veo el cielo y las nubes —«las maravillosas nubes»— y también están tranquilas. Por unos siglos todo fue paz. Era momento de reunirme con Yve. Tropiezo cada entonces y después. Tartamudeo ahora. Llego y ella no está, pero dejo a Josefina, Sara, Lisa y Quentin ahí. Doy por hecho que todo habrá de cambiar. Portishead terminó después que la mayoría corriera hacia The Strokes, pero nosotros nos quedamos ahí. Escuchamos el agradecimiento de Gibbons, sincero al parecer, y el encore, y los pasos de la gente alejándose, permitiendo acercarnos más al escenario. Cuando nos vamos es para encontrarnos con los que no están con nosotros (Rico, Ante y Serge) y despedirnos. Tengo algo en la cabeza y decido dispararlo en un momento al azar. —Hahaha— rié, quizás por nervios —está bien. No te preocupes—. Lo intento, pero no puedo dejar de temblar. Adiós. Esperamos a los faltantes sentados en grandes letras rojas. Cuando Moby comenzó, la noche lo hizo también. Cosas antiguas, que sentaron bien entonces. Hablo sobre su mal español y ser gringo y un discurso de activismo político. Tocó todas las canciones que yo le conozco, no pocas, no tantas. Pensé en que en otro escenario, en ese momento, estaba tocando The Rapture, y en cuanto me gustaría estar ahí entonces. Pero estoy aquí y ahora bien. No me preocupé entonces y dejé de pensar en ello. Estuvimos ahí hasta que acabó, entonces corrimos hacia Portishead, atravesando multitudes. Ni Lea, Pi, Rob o Fir irán al concierto. Nos decimos hasta al rato y salimos rumbo para allá. Marshmallow y Rose vienen con nosotros, intentaremos meterlos con nuestros boletos. Y Rico analiza sus opciones mientras nos acompaña. Subimos al metro. En la primera estación Val baja. Ella ha sido invitada por un amigo, así que primero se reunirá con él. «Nos vemos allá», y seguimos en línea recta. Yo no estaba ahí. No siempre. Era sólo un parpadeo, en el cual cada abrir los ojos mostraba un mundo distinto. Volví a ver algunos, pero no podía permanecer. Estaba en todas partes y en una sola. Portishead comenzó a tocar. Silencio. En todos lados silencio, y voces. Enigmas pienso, enigma soy. «¿Qué hay detrás de la ventana?». Símbolos: la música se hace tangible como símbolos que no puedo atrapar. En algún momento una presencia extraña comenzara a molestarnos. A mi torpe manera, dada la confusión, logro hacerla a un lado. Sólo el océano es como este lugar.