... sólo quiere seguir siendo joven: aceptar el mundo como lo ha encontrado
seria rendición [...] prefiere destruir el mundo establecido para salvarse.
Antonio Tenorio Adame
El cuatro es mi número de la muerte, y la mía es como una puerta giratoria. Aparece tras cada rostro nuevo y nunca frente a los espejos. Pasa a lo lejos y posa desde ahí. Sé que nada le pesa, que todo le es inherente y... más y más se mantiene apartada de mí. No rendiré: sufragaré; no detendré ni negaré. Sólo hay una bala, pero mi muerte es cuatro; pronto llegaremos a partir.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario