4/8/12

Ch

SALTO


Por gueto entendemos una zona donde se concentra a un grupo especifico de la población de un área urbana. Esta zona debe ser la de los diferentes, los no deseados, los sin nombre. Se les coloca fuera del foco, al fondo del foso. Se les usa para beneficio de los que habitan el centro de la ciudad. Éstos crean a su alrededor un ambiente de fácil comodidad donde se enseña que el bienestar personal es un asunto individual, y debe constituirse de esa manera. El otro es ajeno y diferente, por ende no grato. Mientras tanto, en el gueto se aprende a relacionarse con el otro, a volverse UNO. La interacción se convierte en una herramienta esencial para la supervivencia, pues el conocerse implica atravesar zonas obscuras, como las que están al fondo. En esa obscuridad se cruzan muchas sombras; las sombras son proyecciones de algo que esta fuera de nuestra percepción, pero existe. Si ponemos atención a los movimientos que hacen, podremos tener una idea más clara de lo que se oculta en la obscuridad. Hay ahí una fuente ligada a la tradición de forma directa y sin filtros. Por esto los habitantes del gueto tienden a representar papeles excéntricos dentro del marco creado por la sociedad. Sus formas responden al ambiente en que se desenvuelven, uno denso y pesado, donde la ley no es una cosa que se busca y sí algo que esta siempre presente, mas cambia de forma adecuándose a la situación que se presenta. El gueto se cierne en torno a si mismo: no es la proyección de lo que no es el centro, es fragmentos de lo que podría ser. Y es eso lo que le convierte en un atractivo para los rebeldes que viven en la ciudad. Sólo que entre estos y el gueto existe un muro, que los segundos cimentaron y los primeros imponen.



LADO B

Donde van los sin nombre, los bastardos, no deseados ni elegidos. Así, ellos tampoco pueden elegir o desear. Cada cual en su lugar. Puertas bien cerradas hacia afuera y abiertas de par en par a la entrada (bienvenida toda esperanza; adoptadas todas las desgracias). Sorpresa: ha nacido UNO —Moloch—, quien habrá de comer los brazos; tendrá 1000 brazos. Devorará los ojos; observará el final e inicio del abismo. Depositará el aliento bajo las dimensiones del agua; acuñará rostros y elementos.
¿Por qué el abandono? ¿Es acaso la vuelta a la teología, a los clásicos, al inicio? Renovarse o morir, morir para retornar. Segundo Punto.
El gueto, sin embargo, otorga un sentido de identidad más profundo que el del centro. Hay ahí una fuente ligada la tradición de forma directa y sin filtros.





*Rechazado 


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