He perdido el recuerdo.
Llegué a la planta baja, y vi a Esther ahí.Rojo, cobre, cabello, labios, blusa, hermano.
No niego que tuve miedo, y aumentó cuando caí
en cuenta de lo que podría suceder; Manuel los conoce
bien, pero no sabe que el rubio esta perdido, y el hermano
de Esther los ha perdido a todos. El que llega ahí no esta sano.
Abajo miden lo que ya no tengo, y ella tiene un escritorio, y tras
ella él tira en el centro lo que no resta, lo que no sobra; ya no esta.
Manuel me dejó ahí. También me esperó. Sin él me habrían encontrado
detrás de un viejo templo, que no han dejado que se olvide porque siempre
encuentran libros viejos, y colillas de putas viejas, que nunca aprendieron a beber
el vino que Jesús compró cuando conoció a Lulu. Pero Manuel ignora todo esto, sólo
tiene una preocupación: regresarme a mi cuarto antes que el rubio aprenda todo lo que nadie más sabia de Lulu. Es una gran periodista. Pero no es rusa, ni inglesa, ni escribe en un diario. Debo ser todo eso, y más, pero menos conocido.
Encontrar tres palabras con K que se esconden en una tomografía, no todos los días.
3 comentarios:
Soy adicta a las pastillas Ketorolaco y desde cuando soy propicia a una tomográfia, Siete, qué chido que escribes de nuevo por acá, esto me ha gustado.
S
I
E
TE nos leemos
flaco!
me gusta como escribes!
más con este tipo de... estética¿? (si es que esto es la estética literaria).. me gusta está onda no tan abstracta, pero que con datos que no son entendibles a la primera..
esther, el rubio, manuel.. quienes son? no me importa, igual entendí, por lo menos la parte que todos pueden entender.. (no por que sea tarado y no comprenda lo demás, pero creo que hay niveles en el texto que se entienden conforme se te conozca a vos).
seguiré leyendo..
Mu hermano! paso de rapido a dejarte un saludo, espero todo este mejor.
un abrzo mi buen, esperemos verle pronto en guanas.
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