11/8/10

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II
 But words are still the principal instruments of control.
Suggestions are words. Persuasions are words. Orders are words.
No control machine so far devised can operate without words,
and any control machine which attempts to do so relying
entirely on external force or entirely on physical control
of the mind will soon encounter
the limits of control.

William S. Burroughs





Quiero ser sincero. Por una vez, el día de hoy, quiero serlo.
El problema es que no sé cómo lograrlo. ¿Cómo se hace?
No recuerdo el pasado; vivo el presente con una pasión que, cada vez más, parece una obsesión. Por tanto, si antes lo fui, ahora no puedo saberlo; no puedo rememorar la sensación ni el placer que conlleva —si algo bueno viene de ello—, no puedo. Lo que me resta es hablar y hablar sobre el presente, la vida que me persigue. La muerte que busco (la que no encuentro). Hoy se llevo a alguien más. Supongo que eso es correcto. Él lo necesitaba. Ahora descansa. Nosotros, tristes y tranquilos. Eso necesitamos. Eso tenemos. Eso somos.
Debo moverme; si me convierto en un pasajero —uno real, autentico—, me encontrare con lo que no busco, con lo que no existe. Los dragones. Cada viaje es un mundo al que no vuelves, ni descubres, ni llegas. Así como cada uno de nosotros no nos conocemos —ni lo haremos—, las estrellas se apagaron hace iones y sólo vemos lo que fue. 
Seré aún más sincero.
A lo largo de toda mi vida, solo ha habido dos constantes deseos: a) ser músico y b)ser escritor. No he querido mucho, ¿verdad? Lo he intentado. Desde muy pequeño comencé a perseguir ambas cosas; he leído cuentos, novelas, ensayos, comics, revistas y cuanto libro me interesara, a la par que escuchaba todo tipo de música —mas debo confesar que el Rey me convirtió en súbdito suyo desde muy pequeño—, a toda hora, todo lugar. A la menor provocación me ponía a bailar y cantar. Eran historias. Mis ideas materializadas; la materia etérea que me rodeaba. Así que, palabras y sonidos, eran/son mi obsesión (¿muy ad hoc, eh?). Y vaya que lo he intentado: he escrito de todo, sin mucho resultado. Me he sentido enfermo por escribir, y, después, por lo escrito también. He tocado en todos lados; he tocado con todos los que me invitan; todo lo que implica dificultad, reto; he construido y destruido. Y sigo siendo malo. Pero quiero ser un pasajero —y también periodista— que cante en el asiento trasero la historia de cuando tú y yo nos conocimos... y no hablamos.
Así que seguiré buscando al dragón.
Él no tiene control.


7 comentarios:

Jude Guzman dijo...

no me interesa, ni me importan los pasados ajenos.
no me intriga ni me hace temblar el no saber la existencia que tuve, tengo, tenemos. Solo estoy sentada frente a un monitos, en calzoncillos, hablando un poco de música, siguiendo redes sociales ciberespaciales que no podré alcanzar en lo tangible, deleitandome con el aróma de mi carencia de cabello. Hablo de risas, de viajes, de aneurismas, hablo de ti de mi, de todos y todo. Hablo sentada detrás de un monitor que converge a la ausencia, que me deja aqui en este momento, en esta circunstancia. Rodeada de alimañas, cucarachas y autistas, me voy a dormir en un momento.

Anónimo dijo...

yo ya te considero un pasajero y un periodista, porque puedo ver como lo deseas y como luchas por eso que quieres, y veo que lo haces con todo sentimiento, desde ahi ya tienes ganado tu sueño, podra costar mucho pero cada viaje tiene sus horas "buenas" y "malas".
7 te quiero demasiado

Karla González-Taboada dijo...

Interesante!!

Mariel dijo...

Hola. Yo escribo desde muy joven, tengo muchos cuadernos, es mi mejor desahogo. Ya regrese de aquel viaje y no pude escribir... tristemente, pero espero poder hacerlo pronto y que tu sigas así. Falta cada vez menos para el Cervantino y por lo mismo menos para una GtoQro reunión

Karla González-Taboada dijo...

Jaja, claro que si, no visito ni comento cualquier blog solo los de mi interés o que contengan algo interesante...

Paulina Mendoza. dijo...

Tú 7 músico y escritor!! ha darle que hay mucha brecha por recorrer y ahí estaremos siempre en el camino.

Mariel dijo...

me sigue gustando este