19/6/18

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¿Qué es un perro sino una máquina de amar?
Lo conectas a un ser humano con la misión de amar
Y no importa cuán feo, perverso, deforme o estúpido ese humano pueda ser
El perro lo ama, el perro lo ama.

I. P.




¿Qué haces, Tuna? ¿Qué es de ti hoy? ¿Piensas en mí (piensas en realidad)? Yo, yo sí que pienso, pienso demasiado. En el pasado sobre todo, en por qué hice o no hice, dije o no dije. Pienso en ti muy a menudo. En nuestros paseos, comidas, conversaciones, discusiones, diferencias y afinidades. Quisiera visitarte, pero, como es mi costumbre, he hecho las cosas complicadas para que sea posible realizar esa intención. Sé que estás en un buen lugar, que tienes compañía (a veces molesta, pero mejor que nada, ¿no?), que recibes la visita de tu humana con frecuencia, y que ella te lleva a pasear a muchos lugares. Eso me da mucho gusto. También envidia. Pero nada puedo hacer salvo desear que ambas se diviertan y disfruten esos paseos. Quizá, y es muy probable, nunca más nos veamos. Así son las cosas desde aquí. Tú no tienes mucha posibilidad de elegir; lamento así sea. Intentaré enviar tostadas, mientras recibe una buena rascada en el lomo, un apretón en las orejas y abrazos. Recuerda: ¡cómetela, cómetela, cómetela!







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