¿Por qué preguntamos "cómo estás" si cada segundo cambiamos?
No es posible dar una respuesta certera; cualquier cosa que digamos, al pronunciarla, es falsa ya, porque no representa ese instante. O quizá sí. Tal vez sea posible para ciertas personas mantener una posición. En todo caso, este barco no tiene más anclas, va a vela suelta en medio del océano sin fin ni noche, bajo un sol estático. Fuego en la proa y a babor. Una luz tan potente que enceguece. Laberinto borgiano.
¿Cómo estoy?
Ciego. Eso no cambia.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario